¡Muy buenas tardes, parces! 🍻 Les doy la bienvenida a otra entrada de mi blog, esta vez a una bastante personal:
Desde que tengo memoria, muchas personas han comentado lo inusual que les resulta la combinación de mi nombre (Gabriel Darío) y otras tantas me han dejado saber que mi segundo apellido (Suescún) tampoco es muy común que digamos; al menos en el contexto de Colombia.
No obstante, llevo ese segundo nombre y ese segundo apellido en honor a mi abuelo (quien murió un año antes de mi nacimiento), padre de mi madre, que fue un geólogo dedicado, estudioso incansable y reconocido a nivel nacional. También fue profesor en la Universidad de Antioquia y en la Universidad Nacional de Colombia (sede Medellín, donde también fue decano de ingenierías y vicerrector), escribió y publicó libros y, además, fue pieza clave para que mi mamá se convirtiera en profesional e hiciera sus posgrados, a fin de poder valerse por sí misma, ya que en aquellos tiempos no demasiadas mujeres tenían la posibilidad de acceder a educación superior en Colombia, en vez de contraer matrimonio temprano.
Hasta hace poco, aunque conocía un poco sobre su trayectoria y sus logros, de los que me han hablado mi madre, mi padre y otros familiares en repetidas ocasiones, yo desconocía que mi abuelo también había publicado libros. Esto me hizo recordar aquello (aunque no creo en el destino per se) de que a veces la herencia se salta una generación, pues ni mi madre ni sus hermanos se han dedicado a la escritura y publicación de libros; también saber esto me remitió a la popular frase "lo que se hereda, no se hurta".
De cualquier forma, sí creo que en mis genes esté plasmada la propensión a la curiosidad, al gusto por aprender y formarse y a la creación escrita.
A continuación, les cito un fragmento de un artículo que encontré en El Mundo:
"La llegada de Darío Suescún como profesor a nuestra Facultad de Minas a principios de los 60, ya un experimentado profesional reconocido por sus estudios mineros en los departamentos del Tolima y Valle del Cauca, significó todo un acontecimiento académico que marcó mi generación y siguientes, que empezábamos a formarnos como geólogos de minas y más tarde como ingenieros geólogos. Suescún como académico y Director del Inventario Minero Nacional fue un prolífico escritor, con publicaciones, para solo referenciar aquellas relacionadas con la geología, mencionaremos: “Estudio de las arcillas industriales de la zona central de Antioquia” (1965), “Apuntes sobre el suelo y el subsuelo en Antioquia” (1974) y “Recursos naturales de Colombia (1984)”." (Hilario, 2020)
¡Muchas gracias por leerme!
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